El Sindicato de Empleados del Yukón reconoce mayo como el Mes de la Prevención de las Agresiones Sexuales. Sabemos que nuestra pequeña población en el Yukón significa que hay muchas posibilidades de que las personas con las que trabajamos coincidan con las que vemos fuera del trabajo. Puede que las veamos casualmente, íntimamente y/o que tengamos una relación. Las conexiones que compartimos son importantes cuando hablamos de acoso y agresión sexual.
Este año la UEJ reflexiona sobre el diálogo sobre el consentimiento que todos debemos mantener, en el lugar de trabajo y en todas partes. El consentimiento es un tema de conversación esencial que a menudo se pasa por alto en la prevención del acoso y la agresión sexual. Para entender lo que está mal o no es saludable, primero debemos ponernos de acuerdo sobre lo que es correcto y saludable. La forma de llegar a un acuerdo es debatir qué significa el consentimiento para cada uno de nosotros, a nivel individual, en tiempo real.
El consentimiento es una conversación continua sobre lo que está dentro y fuera de nuestra zona de confort. La conversación puede ser entre dos o varias personas y siempre debe respetar el nivel más bajo de tolerancia al riesgo. Es una conversación que debe tener lugar cada vez que nos relacionamos con otras personas, porque nuestros límites son elásticos y cambian con regularidad.
Una forma de imaginar el consentimiento es imaginarse unas gomas elásticas. Cuando dos o más personas se conocen casualmente, se enrollan y/o mantienen una relación, cada una de ellas puede representarse mediante una banda elástica. Las bandas elásticas pueden tener puntos de solapamiento y pueden estirarse o relajarse en diferentes direcciones: a veces nos extendemos y otras veces nos retiramos, de modo que no hay zona de confort en absoluto. Es nuestra responsabilidad individual comprobar con los demás que estamos en una zona de consentimiento claramente comunicada. Si hacemos suposiciones y empujamos o forzamos a alguien a entrar en nuestra zona de confort, podemos romper su banda elástica y destruir cualquier confianza que existiera.
Este mes de mayo, te invitamos a reflexionar sobre tus relaciones con los demás. ¿Qué forma tiene tu banda elástica y qué hay en tu zona de confort? ¿Hasta qué punto te sientes seguro cuando te estiras en una nueva dirección? ¿Cómo comunicas el consentimiento y el riesgo a los demás? ¿Consultas a los demás y les pides su consentimiento para no arriesgarte a dañar la confianza que compartís? Preguntas como éstas son una forma saludable de mantener conversaciones sobre el consentimiento que nos mantengan seguros, satisfagan nuestras necesidades y prevengan el acoso y la agresión sexual.
